Esta vez queridos y estimables lectores les hablare de algo que si me cae en los ovarios (a falta de otras cosas).
Estudio diseño gráfico y me ponen todo el día a recortar monitos y a hacer colachs (collages, esas cosas que son un chorro de recortes pegadillos y hechos capirotada). Me siento como en el kinder -y eso que no tuve- todo el dia cortando revistas y pegando en hojitas de colores, que no maaanchen.
Bueno, hay maistros que si te ponen a trabajar bien como se debe. Pero para mi desgracia una maistra, que aparte de fresa es enojona, y siempre se pone de a 2 blusas -siiiiii, 2, se empalma una sobre otra, sepa porqué demonios pero eso es tooodos los días- nomás nos pone a hacer trbajitos caguengues, ñangos y pedorrillos -uy uy, ya me enojé-.
Y es que nomás alguien te ve tu colash mal pegado y se burla de tus trabajos «está refácil tu carrera, juas juas juas».
¿Porqué? ¿porqué?, que no se les ocurrirá una manera menos ñoña de ponernos a trabajar… Me siento como en programa de Barney «ahora amiguitos, recortaremos cosas de color rojo y las pegaremos a lo ñango en un cartón, joy joy joy».
Además eso de traer revistas chafas para recortar te empieza a afectar el cerebro entre tantas Vanidades y Seventeen y más revistas basurillas como esas, pues cuando estas buscando lo que necesitas entre la revista se te mete por los ojos cual es lo mas «chic» del momento o que si Leonardo Dicarpio ya tiene novia nueva, y que las celulitis son asquesoras y los test para ver si eres sexy… y un chorro de tonterías parecidas. Pero es que nadie se atreve a traer una revista buena para recortar. Recuerdo que una amiga llevó una de los beatles y luego luego se la guardo otra chava… no fui yo, me la ganó…
Esa es la triste situación.