A, bien pirata ayer que llegué tarde a mi clase de Diseño. Déjenme les platico…
Esa clase nos la imparte una maestra, una gordita que siempre sieeeeeeempre se pone doble blusa -si una ensima de la otra-, es una maestra joven y fresilla. En fin, ella nos dijo que tal vez no iba a poder llegar a darnos clase ese día -ayer-. Entonces se me hizo tarde -cosa que casi nunca me pasa, ¡¡¡deveraaas!!!- y ahí iba yo en el super tráfico que se hace en la mañana y que llego como 15 o 20 minutos tarde. Entro a la uni, entro al edificio subo las escaleras y abro la puerta del salón, me asomo y no veo a la gordis por ningún lado pero sí veo que hay unas cosas sobre el escritorio de la maestra. Me encojo de hombros y me meto. Cuando iba entrando un tipo que ni siquiera estaba en la clase se me queda viendo raro, yo creo porque llegue tarde, «¡pero a ese que le importa!» pensé, me voltié así como mostrando una actitud de «que te importa» y seguí caminando hasta donde me siento yo.
Luego unos amigos tenían dudas de como entregar un trabajo de esa materia y le dicen al tipo ese «Oiga profe, ¿cómo vamos a entregar la tarea?»… Ahí caí en la cuenta de que el tipo era el profe provisional… U.U y yo pensando que era un tipejo metiche y viéndolo feo.
Eso pasa porque los profes no se ven como profes, si no como alumnos, no es la primera vez que me ocurre algo por el estilo.
El semestre pasado, el primer día de clases, estaba yo afuera del salón esperando que llegase la maestra -que yo no conocía-, y nomas pasaban alumnos y alumnas, hasta que se me hizo raro que no llegara así que me asomé al salón y la maestra ya esaba adentro, pero resulta que la había confundido con una alumna y así comencé el semestre, entrando tarde.
A los profes jóvenes deberían obligarlos a usar un gafete que diga «TICHER» para evitar confusiones.
¿Les ha ocurrido algo parecido?
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Ji ji ji, no una ni dos, sino muchísimas veces me pasó eso. En el CCH de la UNAM suelen haber profes demasiado jóvenes y que hasta se visten ‘a la moda’.
Entonces, uno de biología, uno de hostoria, una de literatura, un laboratorista, uno de estadística, una de filosofía me hicieron creer que eran alumnos.
Y el caso más divertido fue con uno que me puse a cotorrear antes de entrar a su clase y hasta quedamos en irnos por unas cervezas. Ya luego me dice: mientras vamos a clase, ¿no? Me quedé como menso al verlo en el lugar del maestro. Eso fue un martes, el jueves nos volvió a dar clases y el viernes (después de clase), como habíamos quedado, nos fuimos a beber.
Saludos.