Aunque nunca escribí nada de los 2 juegos de Bioshock anteriores, debo decir que soy fanática de la serie. Así que antes de abordar al Infinite escribiré un poco de mis antecedentes con la franquicia.

Bioshock, amor a primera vista

Hace un par de años, cuando salió el primer Bioshock, lo compré porque estaba barato y lo llevé a casa, ahí lo probé con cierta flojera pues en general en ese tiempo iniciaba a jugar un juego y a los 2 días ya ni me acordaba de él, pensé que sería igual, genérico, para pasar el rato nada más.

Me equivoqué, enormemente.

Al empezar a jugar me quedé pegada al control, envuelta por el juego que mezclaba historia, gameplay, ambiente y todo envuelto en art decó tan esquisitamente. Me encantó, y lo terminé pronto. Me enamoré de los Big Daddies, de las Little Sisters, hasta de los Splicers y sus comentarios, y como no, de Rapture y de todo el discurso ético-moral que tenía el juego. Me sentí traicionada por Atlas y sentí pena por Andrew Ryan. Me involucré emocionalmente, el juego lo logró.

Lo juqué en PS3, primero en difícil, colectando todas las cintas de testimonios que había (que por cierto es un detalle que me encanta), luego en muy difícil, siempre sin vitacámaras, luego en fácil just for the lulz, siempre salvando a las Little Sisters. Y todavía me dan ganas de volverlo a jugar. Quizá lo único que realmente no me gustó fue el final, pero no es algo que me arruine el juego.

Calificación: 10/10 (Fangirl total)

Bioshock 2, ¡mira, soy un Gran Papi!

Naturalmente cuando salió el Bioshock 2 lo compré casi por impulso involuntario, obviamente tenía que ser buenísimo, y no, no lo fue. Estuvo divertido, pero algo tenía la historia o los personajes que no me importaron tanto como en el 1, aunque obviamente el modo de juego y mandar a volar Splicers era muy divertido y los nuevos tónicos y poderes proveían de nuevas estrategias, ¿a quién no le había pasado por la mente que jugar como Big Daddy sería interesante?, con todo y tanta cosa nueva el juego lo sentí más como una expansión del primero, no tan memorable.

Este lo jugué 2 veces, ambas en difícil, una siendo buena y otra siendo mala, para ver los diferentes endings.

Calificación: 7/10

Ahora sí, hablemos de Bioshock Infinite, sin spoilers claro está, no les voy a arruinar nada, y cabe decir que no he terminado el juego.

Bioshock Infinite

Desde que anunciaron que habría un nuevo Bioshock ya me tenían en la bolsa, sin embargo, por como me fue con Bioshock 2, no tenía en un principio las expectativas muy altas. Cuando empezaron a liberar trailers y gameplays, me fui interesando más, obviamente la Ciudad «voladora» de Columbia se veía interesante y muy bonita.

Pero los cambios eran muchos, ¿dónde están las Little Sisters y los Big Daddies?, resultó que por ningún lado.

Llevo algunos días jugándolo, en PC, y tengo algunos comentarios al respecto.

Buenos

• Es una historia diferente, y no se siente como una expansión a cualquiera de los 2 Bioshock anteriores.
• Los gráficos, naturalmente, son mejores, ¡yay!
• Elizabeth rara vez estorba. Pensé que como en algunos otros juegos, traer a un acompañante a cuestas iba a ser una monserga, recordé a Ashley de Resident Evil 4, pero todo lo contrario. Elizabeth hasta resulta útil sin ser demasiado intrusiva.
• Puedes recoger mucho dinero. Quizá no se vea como la gran cosa, pero en el primer Bioshock, siempre me traumó tener un límite tan bajo de dinero acumulable y pasar de área dejando miles de billetes atrás, era ridículo.

No tan buenos

• Como ya lo impliqué antes, extraño a los Big Daddies y a las Little Sisters, creo que eran una gran parte de lo que hacía a Bioshock lo que era y ahora no están,  las niñitas le daban un toque más fuerte de jugar con la moral tipo «¡Las niñas no!». Su ausencia no es algo muy malo pero en fin, puro gusto personal.
• Las armas… ay las armas. Antes podías traer todo el arsenal y ahora, como en algunos first person shooters, solo puedes traer 2, la que traes en las manos y otra. Esto significa que tienes que tener siempre en cuenta esa limitante a la hora de encontrarte una arma y cambiarla o no.
• Los poderes son prácticamente iguales pero no, echo de menos algunos o su función, como telequinesis o el incinerar continuamente en vez de lanzar una bola de fuego.
• El hackeo de las máquinas expendedoras, antes había un minijuego para hackearlas, que yo casi siempre jugaba, lo echo un poco de menos.

En general me ha gustado, pero es otro rollo distinto. Lo que más se mantiene es el gameplay con las armas, poderes, equipar ventajas con «ropa» en lugar de tónicos, también la analogía de una sociedad distópica donde en este caso contamos con la ética y moral de una ciudad super patriota y fanática religiosa, y yo sigo buscando y recogiendo los testimonios grabados y escuchándolos uno a uno con interés.

Quizá otra cosa que me causa ruido es el protagonista, que es Nathan Drake… Digo, Booker DeWitt, y tiene un rostro, una actitud y un aspecto. En los otros juegos te indicaban muy poco de quién era el protagonista, por lo que era mucho más fácil identificarse y tomar su lugar, sumergirte en el personaje. Ahora, en Infinite, desde la portada cliché (muy criticada por cierto), te estan diciendo cómo te vez (como un protagonista de Uncharted pero en el año 1912), no es la gran cosa pero definitivamente es algo distinto a lo anterior.

Con todo y pros y contras, puedo decir que me gusta hasta ahora, y que sí lo recomiendo, no puedo dar aún una calificación definitiva aún pero lo tengo por ahora en un 8.

Si no has jugado ningún Bioshock pues no dejes pasar más tiempo para conseguir el primero.

Si ya jugaste o estas jugando el Infinite, ¿qué te pareció?, ¡pero no sueltes SPOILERS!