Hola, ¿cómo están?…
Para no hacer el cuento largo, simplemente les digo que estoy de vuelta y, según yo, ahora sí –de nuevo– volví para postear más seguido y con más ganas.
Ya saben, la energía de año nuevo, de renovación, de propósitos (además acabo de pagar el host para el blog por otros 6 meses… ¡auch!).
Tengo mucho que escribir para ponerme al corriente, pero por ahora me limito a esta entrada triunfal (¿ah?).
PD. Feliz navidad, feliz hanukkah, feliz kwanzaa, feliz año nuevo, feliz día de reyes y cualquier otra festividad que se me haya pasado mencionar.
Y puse felices fiestas porque no todo mundo festeja navidad, algunos hanuka, kwanza (seguro lo escribí mal…), incluso, hay algunos que nomás se van de fiesta porque sí, por la época.
Muchos podrán estar en contra de la mercadotecnia de la temporada, pero de un modo u otro también la familia y amigos se juntan y se la pasan bien.
Yo ya me voy a pasar un buen rato, así que no esperen verme por aquí al menos en 2 días, ¡felices fiestas a todos!
*imaginate aquí una bonita imagen navideña, que ya se me hizo tarde xD*
Ya muy avanzado el día pero me tomo unos minutos para felicitar a las mamás en este 10 de mayo, que es el día de las madres en México y en otros países de latinoamérica.
Pero felicito a las madres que cuidan a sus hijos y no los abandonan por ahí en un bote de basura, es que hay que recordar que el solo hecho de parir un hijo no te convierte en buena madre. El hecho de criarlos, aguantarlos durante un montón de años, con risas y regaños es lo que hace a una mamá lo que es.
Yo aún no tengo hijos, pero sí tengo mamá para festejarla, y como acá en México tomamos cualquier pretexto para hacer relajo pues tambien hay que hacerle su celebración a nuestra mami.
¡Hola mamá!, mira, ¡tengo un bló!, ¡felicidades y gracias por ser la mejor mamá del universo!
Claro, luego me van a decir que su mamá es la mejor mamá, pero ya sabemos como funciona esto.
Felicidades entonces a las mamacitas y cuídenlas, porque madre solo hay una.