Hace unos días me puse a pensar en lo efímero de nuestra existencia, es decir no duramos nada. Nacemos, crecemos, nos reproducimos, algunos creamos un blog y luego morimos. ¿Pero luego de que yo muera que pasa con mi blog?
Claro, digo eso suponiendo que no cierre el blog antes de morir, porque nadie sabe, que tal que mañana me levanto y me siento harta de bloggear y lo mando todo a la basura, o que encuentro algo que absorba todo mi tiempo y ya no pueda venir aquí a contar mis piñaventuras.
Bien, suponiendo que nada de eso pase y yo envejezca junto con mi blog, supongamos que un día me muero de viejita, o me dá un ataque cardiaco, o me atropella un camión o me pica un bichito muy venenoso y exótico, o como burritos tóxicos… Y muero irremediablemente. ¿Este blog terminaría su existencia también?
Me he puesto a pensar que si pasa eso pues lo más lógico es que dure en línea los meses que tenga pagado de hosting, si es que esa empresa de hosting no cierra y manda todo al caño. Y, si tengo alguna simpática hija pues pudiera heredarle el blog aunque no quiera y dejar un testamento donde mi voluntad sea que pague el host cada mes puntualito. Pobre mi hijita, lo que le espera…
Pero y que tal si para ese año los blogs ya ni existen, pues nada es seguro, ando yo futureando y quien sabe si en unos días se estrella un meterorito y se acaba el mundo.
Entonces llego a la conclusión de que todo es pasajero y tengo que disfrutar de mi blogcito mientras puedo.
No recuerdo dónde, pero hicieron una lista de blogs que se mantenían online a pesar de que los autores morían por x razón, y en el último post estaba la noticia, generalmente dada por uno de sus amigos o familiares a quienes el autor del blog, en plena confianza, sel había dejado la contraseña del sitio para casos especiales como ese.
¿Qué tal? Ahora podemos incluir la contraseña del blog e instrucciones breves para su mantenimiento al final de nuestro testamento.
Ah, y antes de que lleguen con que «uy yo por eso uso blogspot y no me preocupo porque es para siempre y no pago nada«, pues no señores, ta piors, porque que tal si a los dueños de Blogger (o wordpress.com o cualquier plataforma gratuita) se les dá la gana de ya no alojar esos blogs y lo cierran sin previo aviso, sin decir ahi te voy, simplemente caput, finito, adiós al bló y tú sigues vivo.