Hola mis queridos lectores, heme aquí, adolorida, aturdida y con sabor a medicina y sangre.

Como lo dije en el post anterior ayer me sacaron las 2 muelas del juicio que me estaban saliendo, las dos de abajo.

Sí, sufrí, sentí dolor, y fue traumático.

Y por si les da curiosidad y quieren saber todos los desagradables detalles ahí les va:

Las 2pm, llego en punto al consultorio, saludo a la recepcionista, ahorita te paso, me dijo, y agarre una revista de las que tienen ahí para distraerme, que por cierto, tienen puras tvynovelas, agh, ya me sé los chismes de que Jaime Camil regreso con la novia, deberían de tener revistas dentales, o de perdis una que no sea de chismes, en fin, prosigo con la historia de mi sufrimiento.

Después de un rato me dicen que le pase, llego con la doctora y me saluda, «siéntate, que te vamos a hacer, ah, media cirujía nada más en las dos muelas, mmmm, voy a tratar de sacarlas así enteras para no tener que hacerlas cachitos, acuestate, bueno vamos a empezar.»

Y me pone como un baberote, y me embarra de anestesia en gel a ambos lados de la boca, hasta atrás, por donde están las muelas. Luego saca la temible aguja de anestesia, ¿porqué tiene que ser tan grande?, y me empieza a picar, y más anestesia, y me pica más, primero siento que me pica junto a la encía, donde está un poco blando, luego en la mera encía y luego entre las muelas, noooooooo, eso de sentir la aguja deslizándose entre 2 muelas es horrible. Se me eriza la piel de acordarme.

Luego me pica con una herramienta así bastante brusca, «¿te duele esto?», y yo como no puedo hablar solo digo a-a (no), «¿ya sientes dormida la lengua» ahá (sí), y que empieza a cortar con sus fierritos y yo nomás siento como ejerce presión sobre mi muelita, cuando estaba cortando parecía que estaba habriendo una lata… Bueno, ya abierta y descubierta la muela, que saca una especie de desarmador, no sé si sería de cruz o de paleta, siento que lo pone en la muela y ¡que le da vueltas!, como si fuera a destornillarme mi muela, supongo que para aflojarla, se sintió horrible, bueno, me dice «vas a sentir mucha presión eh», y como que mete el desarmador entre la muela y el hueso de la mandíbula y hace palanca, ¡sí! ¡palanca!, y ¡PLUC! que siento que sale mi muelita, yo en ese punto me estaba arrepintiendo de todo… Noooo déjenme mis muelitas en paz…

«¡Mira ya salió!», y la recepcionista ahí de metiche «ay nada que ver con el paciente de ayer», y otra muchacha que no sé que tenía que ver ahí «¡salió bien fácil!», pues sí fácil para el que esta viendo… sniff.

Y se pasa para la otra muela, la izquierda, otra vez «¿sientes esto?» y me picaba salvajemente, y yo ahá, ahá. «Pásame otro tubito de anestesia», y me lo inyectaba. Luego la misma rutina, abrelatas, desarmador, palanca, mi sufrimiento y ¡PLUC!, sale la muela, esa hasta salió volando.

«Te voy a meter una medicina en los huqeuitos que quedaron para disminuir sangrado y dolor, puede que después se te empieze a salir, no la saques tú, deja que se te salga sola»

Me pone unas gasitas, me dice que las muerda fuerte por 15 minutos y listo, había terminado el procedimiento. «¿Quieres llevarte tus muelas de recuerdo?» Nooooooo, yuck… Salgo del consultorio tambaleándome, mareadísima por la anestesia que fue mucha y se me subió al cerebro, y no era mareada divertida de alcohol era muuuuuy diferente y frustrante. No podía siquiera hacer las cuentas de los 15 minutos, eran las 2:53 y no podía desifrar que hora sería 15 minutos después.

Indicaciones post-extracción:

  • No escupir ni enjuagarse la boca con nada (como haciendo buches) porque se sale el coágulo del hueco y vuelve a sangrar.
  • No hablar por un rato.
  • Comer líquidos las primeras 24 horas. Ayer sufrí de hambreeeee, comí helado, agua y bebida de chocolate, pero como se me antojaba una torta de jamón… sniff. Todavía no se cumplen 24 horas así que desayuné un licuado x.X
  • No hacer ejercicios bruscos, no asolearse, en resumen reposar.
  • Y seguir la receta de medicinas que me dió la doctora, que en mi caso fueron 2 pastillitas cada 8 horas por 5 días, ampicilina (antibiótico, para evitar infecciones) y diclofenaco (para el dolor).

¿Como estoy orita?, me duelen mis encías, me duele la lengua para tragar, y cuando no estoy comiendo nada -más bien bebiendo- me empieza a dar un sabor a medicina y sangre, ¡puaaaaj!, es horrible y me lavo la boca y al rato vuelve… Ya no estoy sangrando nada, hablo raro porque no me siento cómoda abriendo bien la boca.

Para finalizar pues no se lo recomiendo a nadie, pero salí bien ¡yay!, ahora me retiro, voy a reposar.

Actualización

(10/feb/2010) Les comparto esta información: Dientes chuecos son lindos en Japón. Para que vean que si hubieran vivido allá quizá no hubieran tenido que sufrir la extracción jaja.

Hoy me hicieron pasar un coraje en la uni por someterme a estrés que no era para nada necesario.

No fue mi novio, no fue ningún amigo, no fue compañero, nada menos y nada más que un maestro: mi profesor de cultura y sociedad mexicana.

¿Qué pasó?, ahora les explico.

Sucede que es temporada de exámenes por eso de que ya se va a acabar el semestre, entonces andamos todos los alumnos desvelados, apurados y estresados con trabajos finales y exámenes.

La semana pasada, el jueves para ser exacta, tuve clase con dicho profesor. Sólo nos pidió nuestros correos electrónicos para mandarnos una información, de donde él dijo que iba a sacar el examen.

Me apunté en la lista de correos, y listo. El profe dijo «esperen entonces esa información en su correo y la estudian, el martes será el examen, hasta luego, se pueden ir». Dicho eso me fui.

– Ese mismo día en la tarde reviso mi mail… nada. No me preocupo.

– Al día siguiente, viernes, reviso mi mail… nada. No importa, todavía queda el fin de semana.

– Al día siguiente, sábado, reviso mi mail otra vez… nada… el mismo día en la tarde lo reviso y nada… Comienzo a cuestionarme si habría escrito mal mi mail. No creo. Además todavía falta domingo y lunes.

– Domingo en la mañana, correo sin novedades, en la tarde, nada, 5 minutos después… nada… en la noche… NADA. ¿Y si a todos les llegó la información menos a mí?, no voy a saber nada del examen… ¿y si por ese examen repruebo?. Le mandé un mail a unos compañeros a ver si les había llegado a ellos y si era así que me reenviaran el mail.

– Lunes… Ninguno de mis compañeros me responden -méndigos, ¿será que me odian?, pues yo ya los odio…- reviso mi mail tempranito, nada, en la tarde, NADA, en la noche, NADA. Ni del profe ni de mis compañeros de clase. Voy a morir, llamo a mi novio y le cuento mi pena, me estreso… pienso, el examen es mañana. Si no me llega nada ni hablar. Haré acto de presencia para reprobar con dignidad, ¿reprobar con dignidad?, eso ni se puede, solo se puede reprobar con vergüenza, miserable y patéticamente… bujú soy la víctima de la vida, ¿porqué?, ¿porqué?… todo lo malo me pasa a mí. Ya me voy a dormir, 1:30am, ¿y si ya me llegó el mail?, lo reviso, buaaaaaaa… NADA.

– Martes, hoy mismo. En la mañana, antes de irme a la uni, reviso de nuevo mi mail, ya sin esperanzas. NADA. Me voy a la uni, pensando en como le voy a decir al profe que su correo nunca me llegó, pensando en como no me va a creer, haré el examen y reprobaré por no saber nada, porque todo el examen se basa en la información que nunca recibí…

Pues llego a la uni, falta poco para la hora del exámen, me sonríe una amiga, me le acerco y pregunto ¿que pasó, te llegó a ti el mail del profe?. Me contesta que no, y me dice que a NADIE en el grupo le llegó.

Sentí un alivio enooooooorme, sonreí de pura felicidad, yay no reprobaré, estaba contenta… Luego nos metimos al salón y llegó el profesor.

«Creo que muchos se preguntarán porqué no recibieron ningún correo… Decidí que no había necesidad de ATORMENTARLOS con otro examen, así que los voy a calificar con lo que ya hemos hecho, les envío su calificacion por correo el miércoles, eso es todo, se pueden ir, hasta luego, jiji»

¡¡¡Agárrenme porque lo mato!!!

Leyendo este post sobre piropos, me hizo recordar algunas situaciones por las que he pasado al respecto.

Como casi todas las chicas, he recibido chiflidos, de esos que vas cruzando la calle caminando y alguien desde un vehiculo en movimiento: «fiu fiuuuuu». Esos estan bien, no ofenden, o almenos a mi no.

Luego, los típicos «sh, shh, ey, tu, como te llamas». Bla, ni al caso.

No he pasado por alguno así groserísimo como los hay en abundancia. Pero si por uno muy chafa, sin chiste, sin gracia, lelo…

Acababa yo de salir de un centro comercial, caminé a mi auto, me subo, lo prendo y me doy cuenta de que hay un carro cerca que creí que estaba esperando a que yo me saliera de ese lugar para estacionarse ahí. Siento que me apuran de nomás estar ahí atrás. Total, me salgo de el lugar y dispuesta a irme en sentido contrario al otro carro, éste se me empareja, lleno de puros hombres pubertos, ya desde ahí pensé en lo que le seguía…

elchofer: oye, hola, eeee…
yo: …¿si?
elchofer: emmm, ¿no sabes que hora es?
los demás tipos con cara de mensos riéndose.
yo: (miro el reloj), la 1:20.
elchofer: ¡gracias preciosa! (con cara de seductor)
yo: (piso el acelerador)

¿En realidad piensan que van a conquistar así?, es decir ¿es enserio?. Además, qué casualidad que eran un montón. A ver, ¿porque no lo hacen solitos?. O es nada más un juego de «a que no te atreves a decirle a esa chava» Bah…

No creo mucho en la suerte pero ahora traje una que no me gusta nada, es más, creo que es más bien ironía, o el mugroso destino jugando contra mí.

Aqui donde vivo, en los cruceros de las calles cuando se pone la luz roja en el semáforo, junto con los limpia-parabrisas, los vendedores de periódicos, los pediches, mendigos, malabaristas y demás, pasan entre los automóviles unos vendedores de bonice («bonáis»).

Los bonice son una marca comercial de unos bolis (entiéndase boli como un hielito alargado de sabor a frutas en bolsita) popular y bastante deliciosos cuando hace calor.

En los cruceros casi siempre hay un solo vendedor de bonice, y cuando se pone en rojo la luz pues se va a alguno de los lados del crucero a promocionar su producto que venden cada uno por 3 pesos.

No sé si es mi chinche suerte (la suerte no existe, la suerte no existe…), pero casi toda la semana pasada yo traía cambio de a montones, muchas monedas sueltas, miles de grupitos de 3 pesos y cuando quería comprarme un bonice parecía que los vendedores me rodeaban, o se iban al otro lado del crucero o ya de plano se les acababan. Ahi estaba yo, llena de moneditas, y con un calorón, rostizándome.

Pero hoy cambió, la situación no la chinche suerte, porque los vendedores parecía que venían directito a mi carro, parecía yo imán de vendedores de bonice, pero ¿y el dinero?. 2 tristes monedas de a peso y un billete de 100 y un billete de a 50. ¡El bonice cuesta 3 pesos!, ¡3 mugrosos pesos!, sólo me faltó una monedita de 1 peso para completarme uno y acabar con mi sufrimiento. Porque si pago con billete de 50 nomás algo de tres pesos pues no, ni me despachan, o todo el tiempo en que junta el vendedor cambio pues cambia la luz y tengo que avanzar, y nimodo que me comprara 10 bonice para que fueran 30 pesos…

En fin, espero ansiosa ese día en el que todo esté en armonía y traiga los 3 pesos y llegue un vendedor de esos, ¿es tan difícil que se den las 2 circunstancias?.

¡Chinche suerte!

PD: mi sabor favorito de bonice es guanábana.

Les contaré una historia terrorífica, bien macabra y de miedo que les hará temblar lo más recóndito de su ser…

Bueno, la verdad no. Les voy a contar lo que vi en la noche, esas cosas de aparecidos que a veces ves y que cuando lo cuentas ya sabes que es casi seguro una burla de tus amigos y que nadie te creerá.

El caso es que en la noche, ya estaba preparada para dormirme, en mi camita con mi pijama, tapada con la cobija hasta las axilas. Mi cama es tamaño matrimonial, y sólo ocupaba la mitad de la cama, solo anoche porque a veces me duermo toda desparramada y ocupo toda la cama y más. Entonces, estaba yo del lado derecho de la cama volteando hacia el lado izquierdo, en oscuridad, sólo con la luz que atraviesa las persianas.

Así yo, agusto, y que siento algo en la otra almohada. A de ser la Gorda -mi gata-. Y abro los ojos y ¡oh sorpresa!, ¡no es la gorda es un bulto negro!. Me quedo con los ojos pelones y veo un bulto negro como que flota y se mueve en pequeños circulos. Mientras el bulto hacía eso yo estaba como loca hablándole a mi gata «¡GORDA!, ¡GORDA!, ¡GORDA!…» y en lo que volteo a un lado para agarrar algo, no sé, lo que sea pa pegarle a el bulto, llega mi Gorda a mi cama y «miauauau» y el bulto ya no esta.

En ese momento me quedé con cara de mensa y el corazón que se me desgañitaba latiendo a mil. Me medio siento en la cama y pienso en hablarle por celular a mi novio. Luego pienso que para qué despertarlo a la 1am si el bulto ya se fue.

Me acosté de nuevo y me dormí.

¿Qué demonios era ese bulto negro?, ¿Era el espiritu de la cucaracha que maté ayer -cuyo cuerpo desapareció-?, ¿Era el chamuco que porfin venía por mí?, ¿Sería que cené mucho antes de dormir?, ¿O de plano ya estoy viendo cosas?.

Yo se lo que ví y también sé que esta difícil que me crean.

¿Ustedes que creen que fué?