Pese a que muchas situaciones nos hagan pensar que el mundo entero ya es un basurero y todo es avaricia, maldad y mediocridad, de vez en cuando pasan hechos que nos hacen recordar que el mundo en el que vivimos no esta completamente podrido. Uno de esos me pasó ayer.
Pasa que para una clase me encargaron conseguir un aerógrafo (una herramienta para ilustración) y pues como no tengo un amigo que me lo preste o algo así tuve que ir de compras a ver si me podía comprar uno bueno… Para no hacerles el cuento largo, estaba en eso de comparar los precios de algunos aerógrafos, y veía la calidad, comparando ya para decidirme por alguno, y en eso llega una señora y así, sin más, me regala un cupón del 40% de descuento. Obviamente le agradecí, aun sin comprender bien porqué me lo daba.
Sí, se los juro. Una mujer completamente extraña llegó conmigo y en un acto de bondad desinteresada me regaló el cupón –que además si me valieron en caja-. No sé si me vió muy pobre, o muy pensativa comparando los precios, porque ella traía un carrito con bastantes cosas para pagar cuando pasó por el pasillo antes de llegar conmigo.
En un principió me quedé como con la mente en blanco pero esa sensación se fue al pensar en que ahora me completaría un aerógrafo un poco mejor con ese descuento y fui feliz a la caja a pagar lo que ahora me costaría cerca de 60 dólares menos.
Acá lo importante es ¿qué motivó a esa señora, que nunca había visto en mi vida y probablemente sea difícil que vuelva a ver, a regalarme un cupón que pudo haber utilizado en sus compras? Tal vez le gusté –broma-, o simplemente lo hizo por que le nació, eso desafía las leyes del egoísmo… Ahora, ¿cual es mi manía de encontrarle una razón?, ¿no puedo conformarme con la idea de un acto puro y desinteresado de bondad?. Eso implicaría que la gente buena y desinteresada aún existe.
¿Apoco no me quedó como nombre de película de terror el título de este post?
¡Sangre!, ¡sangre!
Hoy me desperté, de lo más normal a eso de las 2 de la tarde, medio atarantada, con hambre, despeinada… Me estiré, me tallé los ojos y luego me senté en la cama y –aquí viene lo bueno– que volteo a ver mi almohada y la veo teñida de rojo. ¡Oh por Dios!, se me ha de haber arrancado el arete de la ceja mientras dormía o un pequeño desgarre por un jalón, ahora tendré una ceja curiosa como la doña o cuasimodo, ¡seré un monstruo!, eso pensé, y me levanto de la cama pegando un brinco medio de karateca para correr al espejo más proximo en mi cuarto, casi volando…
Mi ceja estaba intacta.
Pero nomás bajé la mirada a mi nariz y vi el horror, una enorme mancha de sangre coagulada salia de una fosa nasal y seguía por un lado de mi cara, por sobre todo el cachete e incluso alcanzaba a tocar la oreja, además unos cuantos cabellos tiesos con la costra que deja la sangre a su paso. ¡Yuc!
El caso es que no pasó nada de qué preocuparse, yo soy muy propensa a las hemorragias nasales en invierno. Por culpa del frío y del aire seco mis vasitos capilares nasales –las venillas de la nariz– se ponen ridículamente sensibles y frágiles y con que me limpie los mocos o me talle la cara y roce lo blandito de la nariz puede desatar una pequeña hemorragia. Ha habido ocasiones en que espontáneamente, es decir de la nada, me comienza a sangrar la nariz, ya sea que esté yo comiendo, o viendo la tele, o durmiendo, como ahora.
Es irritante, ya que siempre que sucede pues tengo que correr al baño –como si tuviera diarrea– para limpiarme y tratar de parar el regadero de sangre, a veces improviso un tapón de papel y me lo pongo hasta que se me pase, otras me inclino sobre el lavamanos y dejo que todo fluya, hasta me entretengo de ver las gotitas rojas caer y la forma que toman, eventualmente se detiene sola.
Sería bueno comprarme un humidificador, es una cosita que parece un aromatizante de esos que echan un sprayazo de perfume cada tantos minutos pero el humidificador además de tener un nombre muy largo, hecha como un spray muy fino de agua, para que el aire no este tan seco y mi nariz no se ponga de fastidiosa.
Leyendo por ahí, en internet, en muchos sitios de salud dicen que eso de las hemorragias frecuentes también pueden deberse a bajo nivel de vitamina K en el cuerpo, y que coma un montón de espinacas, pero no quiero ponerme como Popeye (calva, tuerta, con los antebrazos enormes)… Se que me dirán que mejor vaya a un médico, pero yo no voy al hospital a menos que me esté muriendo.
Pero a la larga se me olvida todo eso, en ves del humidificador me compro otra cosa y en vez de vitamina K como cosas deliciosas. Además nadie se ha muerto de una hemorragia nasal ¿no? (que no dure más de 10 minutos claro está)…
Acabo de ver un video en Youtube de un perro que quiere salvar a otro perro que fue atropellado y quedó agonizante en medio de la carretera (acá el video), lo ví porque andaba vagando por el internet, al final lo que pasó es que me acordé de algo parecido que ví yo, pero sin el perro héroe y solo el perro víctima. También recordé que nunca escribí nada al respecto, y he aquí la historia. Esto no es un post divertido, como los que acostumbro escribir, asi que si quieres puedes ignorarlo y leer otra cosa, pero si aún quieres leer lo que tengo que decir, ahora te cuento:
Pasó que acababa yo de salir de la uni, más o menos a las 4:30 de la tarde, la hora pico, que es cuando hay mucho más tráfico en el día porque es la hora de entrar y salir del trabajo de muchas personas. Carros iban y venían por todas las calles en todas direcciones.
Bien, yo iba por una de las avenidas más transitadas de la ciudad, camino a mi casa, conduciendo mi carrito, todo normal… Luego veo, más adelante en la carretera una de las escenas más tristes que haya visto. Seguir leyendo
Ya ven que tenía rato sin acualizar mi blog, pues ayer yo toda feliz y de buen humor me senté frente a mi laptop dispuesta a postear un buen artículo, como siempre…
¡Y zas!, no se puede mostrar la página, primero pensé «demonios, mi blog está caído», pero pasaron unos segundos y todo bien. Luego ¡zas!, otra vez, y ya me fijé que no puedo entrar a ninguna página, y pasan unos segundos, míseros segundos, ni siquiera minutos y ya esta todo online. Pero, oh sorpresa, momentos después otra vez nada se abre.
Eso estuvo así toda la noche, haciéndome imposible conservar la paciencia para escribir un buen post, o hacer cualquier otra cosa en internet.
Internet conectado, desconectado, conectado, desconectado, conectado, desconectado… Creo que ya quedó clara mi situación.
Así que:
Y me refiero a Infinitum de Telmex.